En 25 años este bar ha abierto sus puertas a la música que más me gusta (o a la inversa, quiero decir, que me gusta porque sonaba allí, jaja) y seguramente haya pasado allí más tiempo o casi tanto como en mi casa. De hecho, todos los dueños que han pasado por ahí: Aniceto y Lola (a estos les escucháis aquí cada mes, y cómo lo disfruto!!!), La familia Rico, Fernando y Pili me han hecho sentirme como en mi casa, cada uno a su manera, pero desde que Aniceto y Lola lo inauguraran y nos abrieran sus puertas a tantas cosas (como la cerveza negra, los ginTomas, los submarinos de burbon, los seketchs privados de Faemino y Cansado y tantos y tantos grupos, conversaciones, canciones, vídeos, películas de MÚSICA), no he dejado de pasarme por allí. No puedo olvidar (o quizás haya olvidado muchas), tantas y tantas mañanas, tardes y noches allí metido: bailes alocados de conffeti escuchando a Flaming Lips con José, la truppe Cicely + PAL, los conciertos que organizamos con Fernando (inolvidable las actuaciones de Remate, Jonston, Julio de la Rosa, Migueli e incluso la mía como David Amargor, jajaja), las charlas post docus Fesem con Pili, Migueli y mi primer programa en directo de Desde El Murillo...
ahora, la idea de Fermín y Pino es recuperar algunas de las cosas de aquél primer Stonebar (¡Chris Isaak para el vermú!) y también seguro que aportar su gusto por los tuppes rockabillys y los sonidos más sureños del salvaje Rock and roll... ahí es na... estoy deseando que llegue el viernes y escaparme a ver cómo ha quedado la transformación, y nada...
Un sitio para reencontrarnos los muchos y tunantes musiqueros de por aquí...
Nos vemos por allí, seguro!!!
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